Ataque de pánico vs ataque de ansiedad, ¿cuáles son sus diferencias?
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
La Covid-19 nos trae un aumento de la ansiedad y hay episodios aislados de pánico. Esto aumenta las enfermedades psicológicas en gran medida y hay que estar atentos porque sus consecuencias se podrían alargar en el tiempo. Muchas veces confundimos el ataque de pánico y el ataque de ansiedad cuando no es lo mismo, ¿vemos las diferencias?
Tienen síntomas parecidos y de ahí que los podemos confundir en gran manera. Pero seguro que nos ha pasado uno de los dos y no hemos sabido bien qué nos estaba sucediendo.
¿Qué es un ataque de ansiedad?
Aunque las causas no están claras porque puede surgir por un factor desencadenante como las preocupaciones constantes, a veces aparece sin más. Sus síntomas son fuertemente conocidos por todos como es la sudoración, las palpitaciones, la falta de aire, el mareo o sentir que nos morimos durante unos segundos. Normalmente es un trastorno que dura poco pero que puede repetirse en un corto espacio de tiempo, y entonces necesitar ayuda.
Esto es diferente de tener un trastorno de ansiedad generalizada que se prolonga a través del tiempo. Ahora bien hay que lo llama así cuando hay un periodo de ansiedad algo más largo.
Ataque de pánico
Cuando sucede normalmente no hay un peligro real, y de pronto la persona siente un miedo incomprensible sin saber por qué. En la ansiedad también puede suceder pero quizás ya hay una preocupación o un estrés previo que lo desencadena.
De igual forma que el de ansiedad, el ataque de pánico también pasa por diversos síntomas como sudoración, mareo, sentirse que uno puede llegarse a morir o bien perder el control.
En este caso, es más complejo de definir, mientras la ansiedad está más estudiada y establecida, el pánico está algo más confuso o en el limbo cuando se trata de hablar de trastornos mentales.
Los síntomas de los ataques de pánico suelen durar mucho más y es tal el miedo que algunas personas se van al médico directamente. Hay una sensación de peligro constante, con temblores, sofocos, náuseas y vómitos, dolores en el pecho, hormigueo, sensación de irrealidad…
La persona se asusta y entonces es un círculo vicioso al miedo de que vuelva a pasar este ataque porque lo han pasado muy mal. Lo normal es querer escapar y refugiarse en un lugar seguro que suele ser estar en casa. Todo ello puede desembocar en un trastorno de pánico.
Ansiedad generalizada
El ataque puede durar segundos, pero la sensación de ansiedad y el estado en sí se prolonga en el tiempo. Hay personas que pueden sentirse con diversos síntomas durante bastante tiempo y como hemos especificado hay que tratarlo especialmente si no nos deja continuar con nuestra vida normal.
En general, los síntomas de la ansiedad, ya no del ataque de ansiedad, son cansancio, nerviosismo, preocupación excesiva, dificultad para concentrarse, mareos continuados, problemas de sueño.
Diagnóstico y tratamiento
Si esto nos ha pasado una vez y no tenemos más síntomas quizás lo podemos sobrellevar con ejercicio, buena respiración y rebajando nuestro nivel de estrés. Ahora bien si hay cambio continuos y el ataque de ansiedad y el ataque de pánico remiten necesitamos un buen diagnóstico para diferenciar y dar el tratamiento adecuado.
El tratamiento a seguir depende de cada profesional y cada paciente. Lo que debe quedar claro es esta diferencia y pensar en que se trata de un problema desafortunadamente bastante común y que no nos vamos a morir por ello pero el problema puede agravarse con el tiempo y conviene ponerle remedio.
Normalmente se combina la terapia psicológica con la farmacológica para poder encauzar mejor el tema. Con la Covid-19 hay que destacar que tales situaciones se han disparado por miedo a la enfermedad y el contagio en sí.
Temas:
- ansiedad